Érase una vez un esqueleto llamado Tommy. Hacía desaparecer a la gente chasqueando los dedos. Era titiritero, así que le gustaba hacer marionetas. Tenía un amigo llamado Ford.
Continuar leyendo “El esqueleto que salvó a otro esqueleto”Érase una vez un esqueleto llamado Tommy. Hacía desaparecer a la gente chasqueando los dedos. Era titiritero, así que le gustaba hacer marionetas. Tenía un amigo llamado Ford.
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