Nunca llegué a conocer a mi abuela, pero la amaba con todo mi corazón. Era una buena persona. Mi abuela falleció de cáncer. Yo aún no había nacido, así que nunca la conocí.
Ya había visto a mi abuela antes. La tengo en mi camiseta. Ella era la mamá de mi mamá.
Ella falleció en 2007 antes de que naciéramos mi hermano, mi hermana y yo. Era una persona encantadora de la que habíamos oído hablar. Ayudaba a las personas como si fueran su familia. Abría su casa a todo el mundo. Le encantaba festejar y cocinar al aire libre en su cumpleaños. Y le encantaba cantar.
Ojalá no hubiera fallecido. Me hubiera encantado conocerla. Le gustaban los O'Jays.
Los demás se sintieron tristes porque su cumpleaños acababa de pasar y no estaba aquí para celebrar con nosotros porque el cáncer nos la arrebató. La amo y quisiera que estuviera aquí para que yo la conociera. Las historias que me cuenta mi familia me hacen feliz. Mi mamá y mi papá me demuestran tanto amor. Mi hermana y mi hermano mayor también me aman mucho.
Ellos son mayores que yo. Tengo cinco hermanos.
Un día, pronto, tendremos una cura para el cáncer y entonces más abuelas, padres o simplemente personas con cáncer no morirán y seguirán estando con su familia.
Este ensayo fue publicado en A veces tengo que ser valiente, cual es Disponible para comprar aquí. Para saber más sobre los jóvenes autores que escribieron este libro, Lea nuestra publicación del blog aquí.